Las bicicletas son para el verano. Y por algo será. No sé si las redes sociales les divierten o les amargan. Tampoco sé si las usan o no. El caso es que las conversaciones reales y virtuales no suelen coincidir a menudo. Lo normal es que ambos mundos corran paralelos en un continuo-espacio-tiempo alternativo. No sé, tengo la sensación de que el ‘Avatar’ de James Cameron existe entre teclados, pantallas táctiles y clicks de ratón. Hay personas que en el tú a tú son diametralmente opuestos a sus perfiles cibernéticos -menos/más habladores, menos/más inteligentes-. Pero bueno, que nos desviamos del tema. A lo que iba: las bicicletas y el verano.
Estas últimas semanas ha sido fácil encontrar en el twitter (red social de mensajería minúscula) lamentos del tipo: “Qué asco de cartelera” y “otro fin de semana, la cartelera vuelve a ser nauseabunda. Recurriremos (otra vez) a lo clásico”. Precisamente ayer, charlando -en vivo y en directo- con la insigne y memorable Amanda (maestra de llaves de la documentación de IDEAL), me preguntaba, con cierta desesperación: “¿Qué veo? ¿’El retrato de Dorian Gray’?” No la he visto, dicen que es detestable. “¿Entonces?”
Entonces, francamente, estamos jodidos. La verdad es que los estrenos están siendo algo pobres en el arranque de la temporada veraniega. Lo que necesitamos son cintas del tipo ‘El Equipo A’ (estrenada el 11 de junio en EE.UU. Llegará a España el 30 de julio), que es lo que apetece ver ahora, con el calorcito. Chorradas entretenidas sin ninguna aspiración artística que nos sirvan para descansar las piernas y desconectar el cerebro después de una jornada tomando el sol, nadando en la piscina y bebiendo cerveza.
Nosotros, los de la ‘ñ’, al igual que el Luisito de Fernando Fernán Gómez, tendremos que esperar a que pase el tiempo con la promesa de que, cuando acabe la guerra, nos regalarán una estupenda, maravillosa y apasionante bicicleta.