Otras treinta monedas de oro

Dos mil años más tarde, ¿quién no traicionaría sus principios por treinta monedas de oro? Recuerdo ahora el rostro descompuesto de Michael Keaton mirando fijamente a la cámara en los últimos instantes de ‘Birdman’. Su mirada es la mirada de un hombre muy humano: uno como tantos, frustrado por haber aceptado el soborno de una vida mejor, ansioso por devolver las monedas haciendo «algo bueno».

La mañana en que el profesor de Música nos puso ‘Jesucristo Superstar’ (antes de las vacaciones de Semana Santa), nos preguntó quién creíamos que era el protagonista de la película. Todos, alumnos modélicos de un colegio religioso, respondimos que Jesús era el ‘Superstar’. «Pues no», dijo, «el protagonista es Judas». ¿Judas no es el malo?, preguntamos. «Judas es el malo. Y el bueno. Y el protagonista».

Es como cuando el protagonista de ‘Whiplash’ acepta pervertir todo su alrededor con tal de ser el mejor batería del mundo. Acepta el desprecio a su familia, la marcha de su novia, la soledad del éxito… todo por escalar en las lecciones de su maestro. O como cuando la bella Felicity Jones enfrenta la genialidad de su marido, Stephen Hawking, al gozo de una familia ‘normal’ en ‘La Teoría del Todo’. Incluso el ‘Francotirador’ de Eastwood vende su alma en los primeros minutos de la cinta, con un certero disparo a un niño que se sabía de los buenos.

Judas aceptó treinta monedas de oro un miércoles que todavía no era ni santo ni día del espectador. Curioso que sea él, el más humano del relato, el que protagoniza la traición. De vez en cuando pienso en las muchas veces que habré aceptado esas treinta monedas. Y en las pocas que habré deseado rehacerme con «algo bueno», como Birdman.

Bah, quizás sea mejor vivir como Groucho y ganarse otras treinta monedas. Total, es lo que la tele nos enseña:«Estos son mis principios, si no te gustan tengo otros».

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Género Cómic

Esto es como lo de la evolución humana: la adaptación, la costumbre, termina creando el órgano. O la célula. O la mutación. Qué sé yo, soy de letras. Lo que quiero decir es que después de cuarenta años adaptando viñetas a la gran pantalla, parece que ya es oficial: ‘Cómic’ es un género cinematográfico. No digo ni mejor ni peor que cualquiera de sus hermanos mayores, pero sí uno más, sin duda.

Si echan cuentas, el ritmo de estrenos de cintas basadas en héroes de papel ha ido aumentando año tras año. Antes, no hace tanto, una película de un superhéroe se recibía como un evento espectacular que llamaba la atención de la prensa de todo el planeta. Los humildes intentos en los 70 y 80 de pasar al celuloide al Capitán América, Thor, Batman y Spiderman -todas memorables; busquen en Internet, risas aseguradas-, tuvieron su clímax con los dos grandes héroes de DC Cómics, el Superman de Richard Donner y Christopher Reeves en 1978 (y sucesivas), y el Batman de Tim Burton y Jack Nicholson (el Joker fue el personaje clave) en 1989.

Curiosamente, treinta años después, la gran productora de películas del género ‘cómic’ es la otra gran editorial, Marvel. Como pasa con las comedias, los thrillers o la ciencia ficción, hay filmes buenos y malos. Hoy, por ejemplo, se estrena uno con serias aspiraciones a mojón verdurero: ‘Green Lantern’, héroe de DC que, no les engaño, nunca me pareció interesante (¿qué gracia tiene un tipo que puede hacer todo, cualquier cosa que imagine, y que no tiene ningún punto débil?). La semana que viene llegará el ‘Capitán América’, de Marvel, para la que guardo una mínima esperanza. Antes hemos tenido a ‘Thor’, ‘X-Men: Primera Generación’, hace poco se presentó la nueva de ‘Spiderman’, el año que viene llegan ‘Los Vengadores’, ‘Tintín’ o ‘El Capitán Trueno’, por medio tenemos ‘Cowboys & Aliens’… En fin, un enorme catálogo que se reproduce como cucarachas.

Hasta que alguien diga lo contrario, Batman puede presumir de ser el personaje que tiene la mejor película (‘El Caballero Oscuro’) y la(s) peor(es) (‘Batman y Robin’ y ‘Catwoman’, que al final es de la casa). Disfruten de sus superpoderes con responsabilidad. Y no olviden mineralizarse y supervitaminarse. ¡Shazam!

Cartelera

Buen finde para dejarse en el cine la pensión, la paga de la semana o el más improbable sueldo del mes. ¿Es usted de los que, al llegar a la taquilla, siempre se queja de que no hay estrenos para todos los gustos? Tome nota, se va usted a hartar:

Primerísimo primer puesto compartido para dos peliculones de renombre: ‘127 horas’ y ‘The Fighter’. La primera es un ejercicio parecido al de ‘Buried’, una película concebida para un único actor, James Franco (nominado al Oscar, papelazo), que revisa la historia de un ‘cañonero’ que se queda atrapado bajo una piedra. La segunda tampoco se queda corta en el plano interpretativo, con un Christian Bale que vuelve a dejarse literalmente la piel en el escenario como un yanqui exentrenador de boxeo (también nominado, pero en la categoría de secundario).

Puede que después de una semana de chiste lo que menos le apetezca sea ver un drama. Si es su caso, su opción es ‘Primos’: comedia española dirigida por Daniel Sánchez Arévalo (‘AzulOscuroCasiNEgro’, ‘Gordos’) con un Raúl Arévalo en estado de gracia, acompañado por el talentoso Antonio de la Torre, uno de los favoritos para el Goya a mejor actor por ‘Balada triste de trompeta’.

“No, pero es que con los niños no voy a ir a ver ninguna de esas cintas”. Correcto. Para usted tenemos ‘Enredados’, versión moderna del clásico cuento ‘Rapunzel’ -el de la niña forzuda que dejaba que los príncipes le escalaran por el pelo- con caballos policías y camaleones heroicos. No tiene visos de competir con los grandes estrenos de la animación, pero seguro que los zagales les encanta.

Y, por último, para los amantes del terror llega ‘La trampa del mal’. Que da miedo por dos razones: el guión (seis personas encerradas en un ascensor y uno de ellos es la reencarnación de Satanás) y por M. Night Shyamalan, su responsable, que después de los estrepitosos fracasos de su últimas obras – ¿qué habíamos hecho para merece ‘The Last Airbender’?-, tiene muchos trapos que lavar.

Tres estrenos que apetecen

Los Reyes Magos traen una cartelera en las que destacan tres películas que muero de ganas de ver: ‘También la Lluvia’, nuestra oscarizable, ‘Los próximos tres días’ y ‘Camino a la Libertad’. Todas por la misma razón: la dirección: Icíar Bollaín (‘Te doy mis ojos’), Paul Haggis (‘Crash’) y Peter Weir (‘Master and Comander’).

‘También la lluvia’ parte con un 7,4 en Filmaffinity, la web de críticas de usuarios. “Sebastián y Costa, ambos en la treintena, se han propuesto hacer una película sobre uno de los más grandes personajes de la historia, Cristóbal Colón. Mientras que Sebastián, que es el director, quiere desmitificar al personaje presentándolo como un hombre ambicioso que se dedica a la búsqueda de oro, al tráfico de esclavos y a la explotación de los indígenas; a Costa sólo le importa ajustar la película al modesto presupuesto del que disponen, si es preciso rodando en Bolivia, uno de los países más baratos y con mayor población indígena de Hispanoamérica. Quinientos años después del descubrimiento de América, palos y piedras se enfrentan de nuevo al acero y la pólvora de un ejército moderno. Solo que esta vez no luchan por el oro, sino por el más simple de los elementos vitales: el agua. Pasado y presente, ficción y realidad, se mezclan y toman forma a través de las decisiones y del enfrentamiento entre dos hombres jóvenes cuyas conciencias les guiarán hasta donde nunca hubieran imaginado”.

‘Los próximos tres días’ (6,3 en Filmaffinity): “John Brennan (Russell Crowe), su mujer Lara (Elizabeth Banks) y su hijo Luke (Simpkins) llevan una vida feliz, pero todo cambiará cuando ella sea acusada de asesinato y condenada a 20 años de prisión. Su marido, convencido de su inocencia, hará todo lo posible para sacarla de la cárcel… Remake del largometraje ‘Pour elle’, dirigido por Fred Cavayé en 2008, que en España se editó bajo el título de ‘Cruzando el límite’.

Camino a la Libertad (6,7): “Weir relata una historia cuya fuente más importante es el libro ‘The Long k: The True Story of a Trek to Freedom’ de Slavomir Rawicz. El autor narra en primera persona cómo, tras la invasión de Polonia por los alemanes (1939), fue arrestado por el ejército soviético y encarcelado en Siberia; cómo, después, consiguió escapar del gulag (campos de concentración de la Unión Soviética) en compañía de otros presos y, finalmente, cómo huyendo a pie llegaron desde Siberia al Himalaya, al desierto del Gobi y, atravesando el Tibet, acabaron estableciéndose en la India. Recientemente, varios historiadores han puesto en duda la veracidad de dicha historia”.

¿Quién se apunta?