Seguridad no garantizada

Hoy se estrena en España ‘Seguridad no garantizada’. Un estreno incierto, en realidad, por dos razones: llegará a pocas, muy pocas, salas; y de estreno tiene poco: llega con un año y medio de retraso. Pero, al igual que con ‘La Cabaña en el Bosque’ (Drew Goddard, 2011), mejor tarde que nunca. ¿Por qué? Porque es justo. El guión de Derek Connolly es una gozada de ciencia-ficción en la que prima, por encima de todo, la imaginación. No esperen grandes efectos especiales ni enormes cromas que cubran los alrededores del protagonista. No. Sin embargo, verán todo lo que cabría esperar de una historia fantástica. Y mucho más.

Darius (Aubrey Plaza, ‘Scott Pilgrim contra el mundo’), una joven periodista, propone realizar un reportaje al tipo –probablemente un chalado– que puso este anuncio en su periódico: «Seguridad no garantizada. Busco acompañante para viajar en el tiempo». Así conocerá a Kenneth (Mark Duplass, ‘La noche más oscura’), un extraño y conspiranóico personaje con el que la periodista creará un vínculo inesperado. Ambos iniciarán los preparativos para recorrer la cronología de la humanidad, pero, claro, ¿es un genio o un chalado?

La cinta es divertida y original, con dosis de comedia, acción y romance. Una de esas películas que se ven en un suspiro y que dejan huella en el espectador por su genuina capacidad para hacer sentir bien. Un guión pleno dirigido con maestría por Colin Trevorrow que, tras rodar ‘Seguridad no garantizada’, le llovieron ofertas de trabajo. De hecho, su nombre sonó con fuerza para dirigir la nueva entrega de ‘La Guerra de las Galaxias’ aunque, finalmente, se le ha encargado otro proyecto de grandes magnitudes, ‘Jurassic World’, secuela de la trilogía ‘Jurassic Park’.

Es una lástima que películas como ‘Seguridad no garantizada’ o ‘La Cabaña en el Bosque’ lleguen con tanto retraso y tan maltratadas por las distribuidoras. Ambos trabajos comparten una figura prometedora detrás de las cámaras y han sido, desde el primer minuto, referencia para un nuevo rumbo. Sí, les recomiendo mucho ver el film de Trevorrow. Una pequeña historia repleta de creatividad y frescura.

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Cyrus

El otro día me quedé solo en la redacción. Estaba frente a la pantalla del ordenador, trabajando en mis cosas, con la única compañía de una Coca Cola. Cosas de la vida, me dio por estornudar. Con la mala fortuna de que al bajar la cabeza choqué contra la lata y desparramé todo el líquido por el teclado. ¿Qué fue lo primer que hice? Mirar a mi alrededor y comprobar que no había nadie. Después, lo limpié.

‘Cyrus’ es una película que habla de la soledad. Del miedo a perder la estabilidad que te proporciona el otro. Y de las estupideces tan desternillantes que hacemos cuando creemos que nadie nos ve. Así, un hombre de cuarenta años, frustrado con la vida, justo cuando creía que nada podía ir peor, cuando el silencio de su piso empezaba a ser insultante, se enamora de una atractiva mujer, que le corresponde. La relación marcha viento en popa hasta que ella le presenta a su hijo, Cyrus, que hará lo posible para no compartir el cariño de su madre.

Mark y Jay Duplass presentan una película independiente (ojo, producida por los hermanos Scott) que es, a todas luces, fascinante. Puede que el primer éxito de la cinta sea que es cine que parece televisión. Y no, no es un insulto. Todo lo contrario. Si ‘The Office’ tuviera un hermano en la gran pantalla, sería éste. ‘Cyrus’ no es una comedia de risas enlatadas, es un humor inteligente. Sagaz. Conseguido gracias a un guión escrito con talento y un montaje espléndido, a caballo entre un falso documental y el cine más estudiado. Es una de esas películas que, antes de que te des cuenta, te tiene cogido por los intestinos, sin saber si reír o llorar.

El tridente protagonista, un elenco de secundarios con visos de estrella, callan las bocas de los que les llamaron mediocres. Marisa Tomei (El Luchador), Jonnah Hill (Supersalidos) y John C. Reilly (Gangs of New York) se suben al escenario para deleitarnos con un trabajo sensacional, del que es imposible quedarse al margen: el magnetismo de los perdedores.

‘Cyrus’ es, probablemente, la mejor comedia del año. Con lo que se hace incomprensible su paso de puntillas por la cartelera española -ya llegarán los nominaciones y los reestrenos; tiempo al tiempo, distribuidores-. Si alguna vez estuvieron solos, sabrán disfrutar la película.