Jason Reitman

En ideal.es hemos publicado un especial sobre los Oscar que, a falta de que los digan otros, lo diré yo: es genial. Información de todas las películas, críticas, artículos, imágenes, trailers. Todo. Un servidor ha participado con un par de perfiles. Aquí les dejo el principio sobre la interesante vida de Jason Reitman, director de ‘Up in the Air’ (si quieren leer el final de la historia y descubrir qué relación guarda con ‘Colega, ¿dónde está mi coche?’, vayan a su ordenador y tecleen ideal.es):

1984. La profesora se acercó a los alumnos y les preguntó sobre su fin de semana. El travieso Johnny contó que había estado pescando con su padre en el lago; los demás alumnos cuchichearon emocionados ante la posibilidad de abandonar el aula y correr por el campo. La ovación fue tremenda para Timmy, que relató con detalle la jornada que pasó con su padre, viendo al equipo de Quebec en la pista de hockey sobre hielo. Sin embargo, nadie pudo entender la respuesta del pequeño Jason: “He estado jugando con mi padre a los Cazafantasmas”

Cuando Jason Reitman (Quebec, 1977) tenía 7 años, su padre, Ivan Reitman, le llevó al rodaje de su nueva película. ¿Se imaginan? “Mira, esto sirve para capturar espectros, este es el traje de Bill Murray y con estas pistolas tan chulas venceremos a un muñeco gigante… Sólo recuerda una cosa, hijo: ¡Nunca cruces los rayos!”

Jason Reitman ha vivido el master en dirección cinematográfica más minucioso, detallista y prologando del mundo. Quizás, esta relación tan íntima y temprana con las historias es la que le lleva a describir su infancia como “una película Friki sobre un perdedor”…

(venga, todos a www.ideal.es)

Lost Oscar

4 veces he gritado de alegría. Descubrir a los nominados a los Oscar era, sin duda, lo que más esperaba del día de la marmota. Una jornada que se repite una y otra vez en el tiempo y que nos aísla de cualquier otro evento memorable. Un año más presumimos con celo de nuestra Cruz, aunque, la verdad, dudo que repita estatuilla. Éste no es tu barco, Penny. De ser así, siempre podrás rodar con Rob Marshall la precuela de ‘Nine’, una costumbre muy de moda en el cine. Yo la llamaría 8.

Pero el 15, la niña bonita, se lo lleva nuestra queridísima Kandor Graphics, que pese a no haber conseguido pasar al ‘Lince Perdido’ a la final, sí lo ha hecho con ‘La dama y la muerte’, un corto de animación que coloca a España a la altura de cualquier otra producción internacional. Un corto que habla de la muerte digna, de esa a la que ningún ataúd pilla por sorpresa, combinada con buen humor.

La categoría sorpresa este año es la de mejor película, el galardón más importante, que de cinco pasa a diez nominadas. Con lo que la escotilla en donde se guarda el sobre con la ganadora se hace aún más intrigante. Las dos que parten como favoritas son ‘Avatar’ y ‘En Tierra Hostil’; James Cameron y Kathryn Bigelow -ex pareja de amantes- tendrán que arrastrar el favor del resto de náufragos de la Academia de Cine para ver quién tuvo la mejor Iniciativa: un planeta ideado hace casi 16 años o una desactivador de bombas que espera al último momento del capítulo para hacer click.

En el resto de las 23 categorías destaca ‘Up in the air’, cuyo protagonista, George Clooney, parte como líder indiscutible de los actores. Un Clooney que disfruta sobrevolando el cielo de avión en avión, de norte a sur, de Sidney a Los Ángeles. Gabourey Sidibe, apunta maneras con ‘Precious’, la historia de una chica de obesidad mórbida, deprimida por su mala suerte.

Dejamos en el tintero ‘Up’, que entra a competir en las categorías superiores (mejor película, guión), a Morgan Freeman en ‘Invictus’, el inesperado -pero satisfactorio- éxito de Distrito 9 y al indescriptible genio compositor Michael Giacchino. Así hasta 42 títulos más de los que seguiremos hablando mañana, que son tantos nombres que, sin darnos cuentas, nos vemos Perdidos. Namaste.

Up y Giacchino

Una gran banda sonora es como el aroma que deja el perfume al pasar. Aunque estemos a cientos de kilómetros de distancia, la segunda vez que lo olemos revivimos, irremediablemente, la misma calle, el mismo cielo, aquella chica. ¿Cómo no sentir los golpes de Apollo al escuchar la fanfarria de «Rocky»? ¿Cómo no levantar el dedo con el tintineo de «E.T.»? ¿Cómo no pedalear con «La Vida es Bella»?

La Banda Sonora Original (BSO) suele quedar relegada a un segundo plano a la hora de valorar una película. Tremendo error. Ellas tienen el poder de convertir el drama en comedia, la alegría en terror, la arenga en mística y un diálogo cualquiera en pura pasión. Posiblemente, en los últimos veinte años el compositor más destacado del panorama haya sido John Williams ( «Tiburón», «La lista de Schindler», «La Guerra de las Galaxias»). Sin embargo, hay un músico que, partitura a partitura, ha conquistado mi corazón: Michael Giacchino.

Giacchino es el responsable de la música de «Star Trek», «Ratatouille», «Perdidos», «Misión Imposible 3″… Y, por supuesto, «Up». Si recuerdan el principio de la cinta animada de Pixar, en los primeros minutos no hay ni una palabra. Sólo música. La música se convierte en un maravilloso actor que dobla los diálogos inexistentes de Carl Fredricksen, un anciano de 78 años, con su mujer. Diez minutos que pasarán al limbo del Cine por unir, de una manera tan magistral, lo nuevo con lo viejo, al cine mudo y clásico con la mejor animación por ordenador. Y esa fusión tan especial sería imposible sin el genio de Michael Giacchino -por el que ha ganado el Globo de Oro a mejor BSO-.

Hace casi un año tuve la suerte de conocer en persona a Mr. Giacchino. Fue en el «Festival BSO Spirit de Úbeda» -un encuentro altamente recomendable-, donde, además de ponernos los pelos de punta mientras dirigía a la orquesta en el Hospital de Santiago, quedó patente su humildad y cercanía. El último día del festival, durante la firma de discos, Giacchino garabateó, a carcajada abierta, el Ipod de un friki que no había llevado ningún cedé. Sí, mi Ipod es más chulo que el tuyo.