Ahora que emprender tiene un significado mucho más poético, casi heroico, valoro aún más el astronómico camino de Bad Robot, la productora de J.J. Abrams y Bryan Burk. Sospecho que ninguno ha tenido nunca problemas económicos y que, probablemente, contaron con todo tipo de ayudas privadas para crear su emporio. Pero, qué demonios, lo que han conseguido es memorable.
Si buscan datos sobre Bad Robot descubrirán que, en la mayoría de revistas y webs, la siguen describiendo como «pequeña productora independiente nacida en 2001». ¿Se imaginan ese momento? ¿Esa reunión? Abrams se sienta a cenar con su amigo Bryan y le propone una locura: «tío, montemos nuestra propia productora para jugar a lo que nos dé la gana». Pasarían toda la noche como la lechera del cuento, juntando sueños, ambiciones, ideas y locuras.
La productora nació como un apéndice de Touchstone Television (ahora ABC Studios) y también ha formado parte de Paramount Pictures y Warner Bros. En su primer año de vida creó la serie ‘Alias’ para televisión y rodó la –nada memorable– película ‘Joy Ride’. En 2004 todo cambió: ‘Perdidos’, probablemente la serie más revolucionaria de la televisión moderna. Después vinieron ‘Fringe’, ‘Person of Interes’, ‘Alcatraz’ o ‘Revolution’, entre otras.
En 2006, cuando ‘Perdidos’ era la clave que codificaba la realidad, llegó el cine a lo grande: ‘Misión Imposible III’, ‘Monstruoso’, ‘Star Trek’, ‘Super 8’, ‘Misión Imposible: Protocolo Fantasma’ y, ahora, ‘Star Trek: En la Oscuridad’. Por más que recreo aquella conversación de madrugada entre Abrams y Burke, antes de crear Bad Robot, no creo que ni ellos mismos creyeran que su productora terminaría haciendo ‘Star Wars Episodio VII’ (y las versiones de los videojuegos ‘Half-Life’ y ‘Portal’).
Bad Robot tiene en su poder los mejores juguetes de la galaxia. Y, pese a que haya un salto importante, creo que guarda una lección importante para todo emprendedor: no pongas límites. La próxima vez que vean al robot rojo corriendo por la pradera y escuchen las voces de dos niños gritar entre risas «¡Bad Robot!» (los zagales son los hijos de J.J. Abrams, por cierto), piensen en la definición: «pequeña productora independiente». Quién fuera tan pequeño.