Los prescindibles

Desarrollaron su carrera en un mundo violento, ingenuo y virgen de cromas y efectos dimensionales. Apretaban el gatillo, mataban al malo y posaban para la cámara con un chascarrillo prepotente, tan escueto como poderoso. Era su trabajo y eran los mejores. Mientras críticos y expertos les otorgaban adjetivos secundarios -comercial, palomitero-, regalaban a otros la gloria, el arte; la trascendencia. Después de todo, ellos eran héroes de acción, músculos sin cerebro que sólo valían para correr delante de la cámara y gritar como cosacos antes de romper un cuello. Antes de reclamar venganza.

Es curioso. La generación que se crió con ellos -con Schwarzenegger, Stallone, Van-Dame, Willis, Lundgren- convirtió esas películas en hitos culturales. En referencias continuas que describen a los niños que fueron y a los adultos que aspiraban ser. Aquellos niños hoy son el grueso de un grupo de jóvenes preparados y ambiciosos, con formación y capacidad para revolucionar el mundo y derrochar talento. Esforzados como Rambo, dedicados como McClane, fieles como Conan y eficaces como cualquier otro soldado universal. Y, sin embargo, no es así.

Ambos grupos -los actores y los espectadores- comparten hoy una categoría social similar: los prescindibles, los sacrificables; los que pagan el pato, los que salen perdiendo, el daño colateral, la nota discordante.

Y eso es el gran mensaje, la gran poética de ‘Los Mercenarios’ de Sylvester. La reivindicación de una época, de una generación, de un legado que reclama su lugar en el mundo. Si hubiéramos mantenido el título original, ‘The Expendables’, ahora hablaríamos de la segunda entrega de ‘Los Prescindibles’, un marco mucho más descriptivo y cautivador que el referente bélico.

La verdad es que no nos importa mucho la calidad cinematográfica ni la trascendencia filosófica de ‘Los Mercenarios 2’. Nos importa descubrir ver cómo los prescindibles se abren hueco a metrallazos en un mundo carcomido, repleto de cromas y falsedades, que añora el tiempo en el que ‘querer’ era sinónimo de poder. Yipikaiey.

Acción serie 'b'

En 1972, cuatro de los mejores hombres del ejército americano que formaban un comando, fueron encarcelados por un delito que no habían cometido. No tardaron en fugarse de la prisión en la que se encontraban recluidos. Hoy, buscados todavía por el gobierno, sobreviven como soldados de fortuna. Si tiene usted algún problema y se los encuentra, quizás pueda contratarlos…

Si no tienen los pelos como escarpias es que no tienen corazón. ‘El equipo A’ es una de esas series eternas y eternizadas gracias a las reposiciones que Antena 3 nos ha brindado en compañía de ‘El Príncipe de Bel Air’. De hecho, es una de las grandes culpables de que exista una amplia generación de jóvenes que disfrutemos tanto con una película de acción repleta de tiroteos, explosiones, dobles suplantando las caídas y mozalbetas de buen ver que ligotean con el protagonista.

El género de acción, ya canalla de por sí, tiene su propia versión ‘b’ en la que parece que se parodia a sí mismo. Cuando, en realidad, lo está encumbrando. Una de mis favoritas de los últimos años en este ‘subgénero’ es ‘Crank’, un absurdo protagonizado por un Jason Statham adicto a la adrenalina.

Tenemos a la vista dos grandes películas que se perfilan como taquillazos veraniegos y que, además, competirán entre ellas: ‘El Equipo A’ y ‘The Expendables’. Ambas son un sentido homenaje a las barbaridades que se hacían en los 80 y que, ahora, echamos tanto de menos. Menudas dos alineaciones:

La primera, ‘El Equipo A’: Liam Neeson (‘La Lista de Schindler’) será el carismático líder del equipo, Hannibal Smith, antes interpretado por el ya fallecido George Peppard. Bradley Cooper (‘Resacón en las Vegas’) tomará el relevo de Dirk Benedict como el Teniente Fénix. Quinto ‘Rampage’ Jackson, un famoso luchador de la UFC americana será el sustituto de Mr. T. para interpretar a M. A. Barracus. Y, por fin, Sharlto Copley (‘Distrito 9’), será quien interprete al chiflado Murdock.

La segunda, ‘The Expendables’: Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Mickey Rourke, Jason Statham, Jet Li, Dolph Lundgren, Bruce Willis, Eric Roberts, Terry Crews y Steve Austin.

¡Menudo partidazo!