El Hobbit (y III): la FanFarria

Sus gustos son suyos y que nadie les diga lo contrario. Dicho lo cual, permitan que abra un debate que vengo rumiando desde el pasado viernes, ínclita fecha del estreno de ‘El Hobbit’: la invasión fan. O freak. O, lo que he dado en llamar, ‘La FanFarria‘.

La FanFarria es un ejército de fieles amantes de la cultura moderna en sus más variadas vertientes que, en los últimos diez años, ha crecido más rápido que una fiesta de Gremlins en el Aquapark. En la FanFarria somos caprichosos con lo impresionable pero, cuando encontramos la veta, la explotamos al límite de sus posibilidades. Somos críticos, ácidos e, incluso, repelentes. Los típicos enteradillos de las reuniones de amigos, los que siempre tienen una opinión formada, estudiada y personal, sin importar las modas. Nosotros creamos las modas. Somos el spoiler.

Hace diez años, la FanFarria estaba compuesta por un grupo considerablemente reducido de personas. Un sector que soportaba los dedos acusadores de guays, regetoneros y futuros protagonistas de Mujeres Hombres y Viceversa. Pero, por alguna extraña razón, nos convertimos en legión. La FanFarria, hoy, es un nutrido grupo que se mueve en masa, actúa en masa, influye en masa. Y he aquí el problema: la masa no piensa.

Piensen, por un momento, en los siguientes títulos: ‘Star Wars’, ‘Harry Potter’, ‘Crepúsculo’ -sí, también, para que vean qué conciliador estoy-, ‘Piratas del Caribe’ y, claro, ‘El Señor de los Anillos’. Todos tienen algo en común: después del éxito, jugaron con nosotros. Y lo aceptamos. Y ése es el problema: les estamos dejando. Si revisan ‘La maldición de la Perla Negra’, descubrirán una dignísima película de aventuras, que vino seguida, una vez que se supo que reventaría la taquilla, de dos película mediocres. La saga original de Star Wars es un canto a la imaginación y, la precuela, un canto a la evidencia. La primera de ‘Harry Potter’ era muy entretenida y accesible, el resto son guiños a los fans. Hasta ‘Crepúsculo’, maldita sea, es una mala película porque ya había un taquillazo anterior en los libros.

Estimados miembros de la Fanfarria: frenemos el choteo. ‘El Hobbit’ es la consecuencia a una trilogía con mucho menos presupuesto; es la prueba empírica de que sabían que ya tenían el éxito, que ya había un ejército de fieles que les daría su beneplácito fuera cual fuera el resultado. La FanFarria tiene que volver a ser lo que siempre fue: rebeldes.