A. de la Torre

B. de berenjena… Es un chiste. Venga, relean el título y la línea. Es un buen chiste. Creo. Uno dice «¡Ah de la torre!», en plan llamando a las puertas de un castillo y otro responde lo de la berenjena. Vamos, unas risas, ¿no? A mí me hace gracia. También es verdad que a mí me hacen gracia los chistes malos. Me resultan entrañables. En fin: Antonio de la Torre. El periodista de Canal Sur reconvertido a actor de moda está en las calles de Granada rodando ‘Caníbal’, el nuevo proyecto de Manuel Martín Cuenca (‘La flaqueza del blochevique’). Un tipo vocacional.

Su historia me parece alucinante, más en estos tiempos de inseguridad y miedo escénico que padecemos los seres vivos. Antonio de la Torre trabajaba en el equipo de deportes de Canal Sur, era un afortunado profesional que, probablemente, vivía cómodamente con un trabajo que muchos envidiarían –hoy más, si cabe, teniendo en cuenta la fragilidad de la profesión–. Y, sin embargo, el malagueño hace un examen de conciencia y decide arriesgar, abandonar la zona de confort y seguir sus instintos: actuar.

¿No les parece una aventura épica? ¿Un hombre abandona un puesto de trabajo fijo y estable para dedicar su vida al arte, a la interpretación, al cine? ¿Vocación en vez de estabilidad? Qué quieren que les diga, me parece un ejemplo admirable. Además, le pudo salir mal, pero ahí le tienen: ‘Grupo 7’, ‘Invasor’, ‘Primos’, ‘Balada triste de trompeta’, ‘Gordos’… Una exitosa carrera que este año se celebrará en la noche de los Goya, donde el actor está nominado en dos candidaturas. Tardaremos aún en desvelar la incógnita del premio, pero sí podemos afirmar que es, por derecho, el actor de moda del cine español.

De la Torre tiene pendientes dos filmes con dos directores de primera línea: ‘Los amantes pasajeros’, con Almodóvar; y ‘La gran familia española’, del siempre talentoso Daniel Sánchez Arévalo. En ‘Caníbal’ interpreta a un sastre granadino de fieras costumbres carnívoras, aficionado a comerse a sus parejas y líos amorosos. Estoy deseando ver el resultado final, el papel que juega la ciudad en la película de Cuenca y el trabajo con el que arranca 2013 A. de la Torre… B. de berenjena. Venga, ¿de verdad que no les hace gracia?

Lo mismo es que el chiste era con una almena. Sí, va a ser eso.