Discursos de reyes

800 balas: «En la vida hay momentos jodidos, pero jodidos de verdad. Muchos más de los que tú te puedes imaginar. Eso no hay Dios que te lo quite. Hay que aprovechar los intervalos entre putada y putada. No divertirse cuando uno puede es el mayor pecado del mundo».

Conan: «Crom, jamás te había rezado antes. No sirvo para ello. Nadie, ni siquiera tú recordarás si fuimos hombres buenos o malos. Por qué luchamos o por qué morimos. No. Lo único que importa es que dos se enfrentan a muchos, eso es lo que importa. El valor te agrada, Crom. Concedeme pues una petición: Concédeme la venganza. Y si no me escuchas… ¡Vete al infierno!

Guerrero Nº13: «He aquí que veo a mi padre. He aquí que mi madre, a mis hermanos y mi hermanas. He aquí que aquí que veo el linaje de mi pueblo hasta sus principios. He aquí que me llaman, me piden que ocupe mi lugar entre ellos, pero en los atrios de Valhala, el lugar donde viven ¡los valientes! Para siempre.

Gladiador: «Me llamo Máximo Décimo Meridio. Comandante de los ejércitos del Norte. General de las legiones Fénix, leal servidor del verdadero emperador Marco Aurelio. Padre de un hijo asesinado. Marido de una mujer asesinada. Y alcanzaré mi venganza, en esta vida o en la otra.

Blade Runner: Yo, he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos D brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhausser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.

Sin Perdón: «Os recomiendo que enterréis a Ned. Y otra cosa. No se os ocurra maltratar a ninguna otra puta. Porque volveré y os mataré a todos, hijos de perra».

LOTR: «Veo en vuestros ojos el mismo miedo que encogería mi propio corazón. Pudiera llegar el día en que el valor de los hombres decayera, en que olvidáramos a nuestros compañeros y se rompieran los lazos de nuestra comunidad. Pero hoy no es ese día. En que una hora de lobos y escudos rotos rubircaran la consumación de la era de los hombres. Pero hoy no es ese día. En este día lucharemos. Por todo aquello que vuestro corazón ama de esta buena tierra os llamo a luchar.

300: «Ahí están los bárbaros desalmados con el corazón encogido y tembloroso el pulso. Aterrorizados pues son conscientes del despiadado y brutal horror que sufrieron frente a las espadas y lanzas de los 300. Y ahora, desde el otro lado de la llanura, contemplan a diez mil espartanos a la cabeza de 30.000 griegos libres… ¡Au!» El enemigo únicamente nos triplica en número, alentador para cualquier griego. En este día liberamos al mundo del misticismo y la tiranía y damos la bienvenida al futuro más esperanzador que hayamos imaginado. Demos las gracias a Leonidas y a sus 300 valientes, ¡hacia la victoria!