Fantástico Mr. Anderson

Dicen que es el director de los renegados. De esos que siempre tienen una opinión contraria a la mayoría y de los que dan grandes puntuaciones a películas que otros ignoraron. Wes Anderson, al igual que Tim Burton –el de los primeros años- o el insigne Jackie Chan, tiene un estilo tan personal que con sólo ver una escena sabes que estás delante de uno de sus trabajos.

‘Fantástico Mr. Fox’ es la primera incursión en la animación del director de cintas tan pintorescas como ‘Life Acuatic’ o ‘Los Tenenaums’. De hecho, ‘pintoresco’ es, precisamente, el mejor adjetivo para definir su filmografía. Anderson, desde luego, no es recomendable para aquellos que esperen un guión clásico, personajes razonables y ritmos narrativos bien marcados.

Lo normal al salir de ver una de Anderson es sentenciar con un “menuda chorrada” o, quizás, “vaya aburrimiento”. Si es su caso, lo siento. Wes Anderson ha conseguido elevar el absurdo hasta el mayor de los humanismos. Mi favorita es ‘Life Acuatic’, una versión sui géneris de la vida de un Jacques Custeau encarnado por un pletórico Bill Murray. El film tiene una escena genial, en la que vemos un corte transversal del barco mientras la cámara va pasando de un camarote a otro, espiando la actividad de los marinos. Sensacional.

La música siempre tiene una especial relevancia en sus películas, con temas especialmente oníricos. Para Fantástico Mr. Fox, Anderson ha cambiado a su clásico Mark Mothersbaugh por el insaciable Alexander Desplat, que firma un trabajo redondo.

Me muero de ganas por ver ‘Fantástico Mr. Fox’ y de darle la razón a todo el mundo que diga que Wes Anderson está chiflado. Gloricios