Dos años después me sigue pareciendo una maravilla. La muestra de que las apariencias engañan y de que, a veces, detrás de una cara de payaso y una filmografía a ratos cutre, puede esconderse un genio. Ben Stiller dirigió ‘Tropic Thunder’, cinta que en 2008 le valió a Robert Downey Jr. una nominación al Oscar por su papel de actor entregado que se mete, literalmente, en la piel de un negro (hace poco, por cierto, vi la película en versión original y su voz es espectacular; una pena el doblaje).
El caso es que quería sacar de la papelera de reciclaje a ‘Tropic Thunder’ para compararla con un estreno que nos llega en breve: ‘Los mercenarios’ (‘The Expendables’). A ver, la primera es una comedia que trata sobre un grupo de actores consagrados en otra época que quieren hacer la película de guerra más cara de la historia. La segunda es una cinta bélica que reúne a los actores más míticos del cine de acción de los 80 y 90 con el único objetivo de recuperar el espíritu de las mejor adrenalina. ¿Parecidos razonables?
Y hay otro punto en común. En ambos casos, el director de la película es un genio no reconocido. Tanto Ben Stiller como Sylvester Stallone son brillantes. Y lo digo totalmente en serio. Ambos han sabido aprovechar lo que tenían para culminar con éxito grandes proyectos -rodeados, eso sí, de bazofias XXL-.
Hay un tráiler en Internet de ‘Los mercenarios’ divertidísimo: empieza con imágenes de ‘Sexo en Nueva York 2’, ‘La última canción’, ‘Eclipse’ y otros pasteles del estilo. A continuación, unas letras impresas en la pantalla dicen: “Ya era hora de una película como las de antes”, con una gran explosión y los nombres de los protagonistas… Ains, qué ganas tengo de verla.