Los héroes también se retiran. Los ojos del incauto sólo verán un padre, un marido o un profesor más rellenando los papeles de la jubilación. Verán a uno de esos tipos que pasaron por la vida sin pena ni gloria, hastiados por la rutina. Lo que no saben es que, detrás de la identidad secreta, siempre estuvo la arenga apropiada para hacer que un hijo quisiera más, la caricia oportuna para seguir amando y las emocionadas clases que despertaron una vocación artística.
Nadie vive para trabajar. Pero, a veces, el trabajo nos condiciona la vida. Está claro que los jóvenes, por mucho que hayamos hecho las cuentas, no podemos pensar en cuándo y cómo nos jubilaremos. La reforma de la Ley nos invita a pensar que el descanso se antoja inalcanzable, sólo queda currar. Pero entiendo que para aquellos que rondan los 60, cada acuerdo, cada renovación, pueda provocar un tembloroso y prematuro achaque.
Bruce Willis, Morgan Freeman, John Malkovich y Helen Mirren se han confabulado con la casualidad para convertirse en los héroes de esa generación. Hoy estrenan en España ‘RED’, película dirigida por Reboert Schwentke (‘Más allá del tiempo’, ‘Plan de Vuelo desparecida’) que versiona el cómic de Warren Ellis y Cully Hammer. La cinta trata sobre cómo cuatro espías jubilados se ven obligados a volver a la acción por culpa de un Gobierno incompetente que se quiere aprovechar de ellos. La banda de Willis, a cambio, decide volver a trabajar para tomarse la justicia por su mano: asaltos, asesinatos, misiles volando y explosiones políticas por doquier.
No puedo hablar desde la experiencia, pero supongo que firmar tu jubilación debe ser un evento señalado. Como un cumpleaños. Un día en el que cierras una etapa, quizás la más importante, para ejercer otra más generosa: padre de padres, maestro de maestros. Después de todo, los héroes también se retiran. Aunque nunca del todo.