El premio que más me interesa es el de guión. Es una cuestión personal, entiendo que los de actores, director y película son más llamativos –más comerciales– , pero la categoría de guión es la que suele encumbrar a cintas que lo apuestan todo a la escritura, a la historia, y esas serán siempre mis favoritas. Si repasan los premios a guión de los últimos años verán que ganan películas con menos promoción pero con tanto calado que, a la larga, permanecen en el imaginario colectivo. Es como si el tiempo las hiciera mejores, cada año más queridas; algo que no sucede siempre con las grandes victoriosas.
Entenderán que el Globo de Oro a mejor guión para ‘Her’, de Spike Jonze (‘Donde viven los monstruos’), no haya hecho más que incrementar mi deseo irrefrenable de pagar mi entrada y bucear en la poderosa narrativa de su director. Uno de esos directores (con Wes Anderson, entre otros) que despiertan, siempre, mi más sincera curiosidad.
Dicho lo cual, la única seguridad que nos dejan los ‘Globos de Oro’ con respecto a los Oscars es que no hay ninguna favorita. Toda quiniela es posible: ‘Gravity’, ‘12 años de esclavitud’ y ‘La gran estafa americana’ pueden llevárselo todo o quedarse con las manos vacías. O repartirse el pastel, quién sabe. Y en los premios interpretativos, más de lo mismo, con la excepción de Cate Blanchett que, creo, no tiene rival este año.
El único galardón que este año no solo era indudable, sino que de no haber sido así hubiera puesto en cuarentena cualquier credibilidad de los Globos de Oro, era televisivo: ‘Breaking Bad’, mejor drama. Menos mal que Bryan Cranston se ha llevado la merecidísima estatua a mejor intérprete, porque lo de no premiar a Aaron Paul… En fin.
Qué buena época esta para ir al cine, ¿verdad? Vienen estrenos muy interesantes.