La primera #VamosJustin

Supongo que será como la primera vez que fuimos al cine. Cuando todo era enorme y nos zafábamos de las piernas de los adultos para intentar conseguir el mando a distancia, en al cumbre del sofá. Si cierro los ojos y me concentro con fuerza soy capaz de imaginar a mi alrededor la sala de Madrid. Dicen que no es la primera vez que me llevaron al cine, pero es la que yo recuerdo. Supongo que era todo tan especial -primer viaje en familia más allá del pueblo, primera vez en la capital, primer hotel- que era fácil atesorar el momento en que mi madre dijo “¿vamos a ver ‘Hook’?”

Tenía nueve años y sabía lo que era ir al cine. Así que, definitivamente, no era mi primera vez. Pero sí es, a fuerza de nostalgia, la más importante. Estábamos en mitad de una gran plaza, abrigados por unos anoraks rojos de esos que te hacían parecer el muñeco de Michelín. Madrid era, probablemente, muy bonita. Pero yo sólo recuerdo la entrada de aquél cine, espléndida y marrón, de grandes piedras y escaleras en la entrada, como si fueran el ascenso al trono del reino. Nos sentamos en las butacas de una fila intermedia y vimos la película.

¡Bangra! -nunca supe muy bien cómo se escribía-, gritamos al salir. Qué experiencia tan bonita. Con los años, he leído cientos de críticas que ponen el ‘Hook’ de Spielberg como una bazofia horripilante, de lo peor que ha hecho el director de ‘Salvar al soldado Ryan’. Y, qué quieren que les diga, para mí siempre será maravillosa. No existe lectura sosegada o análisis exhaustivo que pueda cambiar mi parecer. La película es perfecta porque así es mi recuerdo, todo lo que rodea a la experiencia; la emoción de querer ser un niño perdido.

Como les decía, la sensación de hoy es parecida a aquella. A la del niño que sale del cine alucinado. La del niño que ve pasteles de colores donde el adulto sólo intuye barro. Hoy nos han invitado a la premiere en Granada de ‘Justin y la espada del valor’. Y estará llena de niños. Y será la primera de muchos. Y jugaremos con ellos. Y querremos, al salir, ser Justin.

#VamosJustin