Ya perdí la cuenta. Pero tengo un amigo -todos tenemos uno así- que no hace más que recordarme que el ser humano nació para ser polígamo. En serio, el tipo va en plan científico y todo. “Mira -dice-, esto es muy fácil: tú puedes querer mucho a una persona, pero si te ponen delante a Alicia Keys, ¿qué haces? ¿No sería mucho más fácil dejar claro desde el principio de una relación que si aparece Alicia Keys no vas a tener más remedio que abdicar por una noche o dos?” Aquí el amigo, por otro lado, tampoco es que ligue mucho. Así que, ustedes verán.
La cosa es que Sir Ivan Reitman (a alguien que ha escrito y dirigido ‘Los Cazafantasmas’ hay que tratarle de Sir) quería jugar un poco con esa idea y el resultado fue ‘Sin Compromiso’, una comedia comercial que no defraudará al público del género pero que dejará un tanto chafados a los que esperen un trabajo con el marchamo Reitman. Y no porque la premisa no sea transgresora, de hecho, el punto de partida es genial: Natalie Portman quiere sexo. Esa idea vende. Y no necesita mucho más para que paguemos la entrada. Sin embargo, conforme pasan los minutos, los posibles giros de guion quedan demasiado velados. Demasiado evidentes. Demasiado típicos.
Adam (Ashton Kutcher; ‘Colega, dónde está mi coche’, ‘El efecto mariposa’) está enamorado de Emma (Portman) desde que fueron juntos a un campamento de verano, siendo unos niños. Años más tarde, después de la universidad, ambos se reencuentran y firman un ‘contrato’ por el que juran que no tendrán sentimientos el uno por el otro, sólo sexo. Lo que en lenguaje coloquial se conoce como ‘amigos con derecho a roce’.
La comedia intenta emular un poco de ciertos éxitos actuales, como ‘500 días juntos’ (Marc Webb) o la serie de televisión ‘Modern Family’. El problema es que se queda a medias de todo, sin llegar a ninguna cima meritoria. Pero, como sucede con este tipo de películas, es un divertimento estupendo si no van con otras expectativas al cine; perfecta para encender el modo encefalograma plano y disfrutar de gente guapa en la pantalla. No hace falta que la vean para saber si les va a gustar o no, ya saben lo que hay.