11-11-11, el fin del mundo (otra vez)

Parece que fue ayer y aquí estamos, una vez más, enfrentándonos al fin del mundo. He de confesar que sobrevivir al holocausto humano es mucho más llevadero de lo que cabía esperar. Las primeras veces me daba un regomello y un burbujeo curioso en el estómago. Es lo que tiene ser un novato, ya saben, pero ser el Bruce Willis de turno exige concentración. El caso es que, por lo que se ve, hay competencia hasta para destruir el mundo: virus informáticos, bacterias en la carne de vaca, meteoritos ansiosos por comer tierra y, ahora, seis unos. Uno delante del otro. Unos. Numeritos, carajo.

Pese a que ya lo decía mi compañero de pupitre en el colegio, “las matemáticas nos matan, Cabrero”, voy a suponer, por un momento, que ustedes y yo seguimos vivos. Entiendo que para algunos sea un problema. Como para esa señora de Granada que encontró 16.000 euros y los devolvió, íntegros, para adelantarse a un posible juicio celestial. Que digo yo, que si hubiera sabido que esto no se acababa, se habría dado un homenaje descomunal. Y que le quiten lo bailao*.

Lo del fin del mundo no vende ya ni en el cine. Miren sino a Darren Lynn Bousman, que después de arrasar -en cualquier sentido visceral de la palabra- con la saga Saw, el director no verá su película 11-11-11 estrenada hoy. Al menos en España. Incluso, parece, llegará directamente en DVD y Blu-Ray. Además, había pistas más que evidentes para descubrir que el fin del mundo no podía llegar aún. ¿Se imaginan a las fans descarriadas de la saga Crepúsculo permitiendo que el mundo explosione tan solo una semana antes del estreno de ‘Amanecer’? Que es la boda de Edward y Bella, por favor. Un respeto.

Sí se estrena hoy ‘Anonymous’, la versión clásica del drama de Ana Rosa Quintana, ’30 minutos o menos’, comedia sobre la crisis que no tiene nada que ver con el aguante del español medio viendo ‘El árbol de la vida’, y ‘Cinco metros cuadrados’, cinta española alabada por la crítica que tampoco es la precuela aritmética de ‘A tres metros sobre el cielo’.

Sigan disfrutando del fin del mundo. Yo no me canso.

*(que estoy de broma. La señora merece mi mayor respeto y admiración. Faltaría. Si se queda sin sitio en el cielo, le cedo el mío)