Bestias del sur salvaje

Un padre enseña lo que un hijo necesita para sobrevivir. Descubrir que eres una pequeña parte del universo, eso es algo que se aprende por uno mismo. El ciclo de la vida, el mismo ciclo que Mufasa construyó para Simba, la misma perra y bella vida de Guido y Giosué. La única historia que protagonizaremos dos veces: como alumnos y como maestros. ‘Bestias del Sur Salvaje’ es un pequeño y precioso cuento, una alegoría de la naturaleza más viva, del niño que está llamado a ser rey de reyes y el adulto que debe abandonar el trono.

La evocadora película de Benh Zeitlin nos cuela en la vida de Hushpuppy (la adorable y guerrera Quvenzhané Wallis), una niña criada en los pantanos al sur del planeta, un rincón donde sus vecinos se niegan a priorizar el trabajo, donde predomina la alegría y la fiesta, donde las cosas vivas mandan por encima de las máquinas, el ruido y el gigantismo de cemento. Sin embargo, cada cierto tiempo, una terrible tormenta inunda su hogar y deben aprender a sobrevivir pese y gracias a la naturaleza. Wink, el padre de Hushpuppy, le enseñará a ser salvaje, a rugir, a cantar y a buscar sustento en las hojas y los animales (sensaciones similares a ‘Donde Viven los Monstruos’). A creer, más allá de la ciencia, en un espíritu que lo domina todo: la vida.

Al despertar la tormenta también resurgen unos seres demoníacos que permanecían congelados en el Polo Sur. Una especie de imponentes jabalíes que, conforme pasa el metraje, se acercan más y más al pequeño rincón de Hushpuppy. Unos seres que acaso insinúan a la oscura e implacable ‘Nada’ que acechaba a Atreyu en ‘La Historia Interminable’.

‘Bestias del Sur Salvaje’ es una película concebida bajo un concepto muy japonés de la aventura y el drama. Cercano al manga y el anime de Hayao Miyazaki, Zeitlin bebe del tono, el color y la lectura oriental de la vida; de la reencarnación que nace en ‘La Princesa Mononoke’, ‘El viaje de Chihiro’ o, incluso, ‘Mi vecino Totoro’.

Dudo que sea la película del año. Pero no tengo ninguna duda de que es la gran sorpresa de 2012. Magnífico trabajo de dirección de Zeitlin, conservando la imaginación por encima del dinero; sobrecogedora la pequeña Quvenzhané, heredera de una tierra en la que la magia musical y visual fluyen por un río de pequeñas cosas. Y las cosas que laten, como explica Hushpuppy, hay que escucharlas. Por pequeñas que sean.