Globos de Oro quiere ser tu amigo

La inquebrantable belleza de Natalie Portman era motivo suficiente para convertirla en ‘trending topic’ de las redes sociales. Vestida de blanco cisne, la actriz bailó por encima del resto de canditadas y consagró su posición como favorita para el Oscar. Nada más aparecer en pantalla -y eso que por aquí, en España, fue de madrugada- los usuarios de Twitter y Facebook arrancaron, cual obrero de la construcción, sus sentidos piropos para la mujer que nos roba el suspiro.

Por eso, precisamente por eso, ‘La red social’ es mucho más que una gran película. David Fincher ha sabido leer en la vida de Mark Zuckerberg el hito que está cambiado el rumbo de la historia. El hecho de interpretar la Historia con un margen de apenas cuatro años es fascinante. Las personas, ahora usuarios, somos esclavos del F5: del cambio de estado, de las tendencias, de las señoras que miran pájaros volar y de los amigos que no sabíamos de su existencia. Pero también somos beneficiarios directos de la era de la comunicación, de la información ‘ahora’, de las fronteras derribadas y las distancias reducidas a su mínima expresión. Somos una red social.

Y, quizá, el término ‘friki’, hasta ahora despectivo y utilizado, en la mayoría de los casos, para describir a los raros, incomprendidos y apasionados por un tema, empiece a ser considerado como lo que merece: motores del cambio. Friki es Zuckerberg y friki es Sheldon Cooper (Jim Parsons), quizás el personaje que mejor parodia a una población repleta de matices y que, también, ganó el Globo de Oro como mejor actor de comedia.

Sin embargo, hay mucha gente que aún no entiende la utilidad de las redes sociales y las nuevas tecnologías. Los llamados a extinguirse en la mediocridad. Hoy, por ejemplo, podrían usar sus cuentas de Twitter y Facebook para alzar la voz y lamentar que, casi un año después, aún no tengamos fecha de estreno para ‘The Kids Are All Right’ en España (la mejor comedia del año).