G.I. Joe y otras películas con 3D de pacotilla

G.I. Joe: La venganza es la prueba viviente del daño que puede causar el 3D al cine. Un daño que dura, más o menos, 365 días de retraso. Y todo por una entrada más cara con un efecto añadido a posteriori, no en el rodaje. Y este es un dato muy importante: qué películas están y qué película no están rodadas en Real 3D.

Real 3D de 2013:

47 Ronin
Battle of the Year
Los Croods
Despicable Me 2
Dorothy of Oz
Epic
Escape from Planet Earth
El Gran Gatsby
El Hobbit: La desolación de Smaug
Jack Cazagigantes
Jerusalem: Filmed in Imax 3D
Monsters University
The Mortal Instruments
Mr. Peabody & Sherman
One Direction Concert Movie
Oz, un mundo de fantasía
Postman Pat
Tarzan
Texas Chainsaw Massacre 3D
Turbo
Walking with Dinosaurs

 pacific

¿Y qué películas tienen un Falso 3D o añadido en postproducción?

G.I. Joe: La Venganza
Gravity
Hansel y Gretes: Cazadores de Brujas
Independence Day (reestreno)
Parque Jurásico (reestreno)
La Sirenita
Mad Max: Fury Road
Superman: El hombre de acero
Pacific Rim
Star Trek Into Darkness
The Wizard of Oz

365 días esperando al bueno de Joe

Ya sabemos lo que se tarda en incorporar un 3D cutre a una película rodada en 2D: 9 meses (y por cutre nos referimos a ‘Alicia en el País de las Maravillas’, ‘Ira de Titanes’ o ‘Los Vengadores’. Y no porque las películas sean más o menos acertadas, sino porque el 3D está insertado en postproducción, al contrario que ‘Avatar’ o ‘La invención de Hugo’, por ejemplo). Paramount Pictures retrasó el estreno de ‘G.I.Joe: La venganza’, previsto para el 29 de junio de 2012, hasta hoy, 27 de marzo de 2013, para incluir la tercera dimensión en la película.

Hablamos de un despropósito en todos sus sentidos por dos puntos: Uno. ¿Gastas un pastizal descomunal en promocionar tu película (nada más que con el tráiler que se proyectó en el intermedio de la Super Bowl de 2012 dejaron varios millones) para, a unas semanas del estreno, cancelarlo? Y dos. ¿Sabiendo que ‘G.I. Joe: La Venganza’ es carnaza para el espectador desprevenido, por qué no lo hicieron desde el principio?

(Sigue leyendo el mismo artículo de hace un año, que es cuando pillamos el mosqueo tonto con el asunto del 3D…)

El Hobbit (I): Morir a 48 fps

Hay tres aspectos que debemos tratar sobre la llegada de ‘El Hobbit: un viaje inesperado’ a las salas de cine. El primero y más urgente es el de la tecnología: ¿qué aporta? Durante la visita de Gandalf a Bilbo Bolsón en su agujero de Bolsón Cerrado, el mago intenta convencer al pequeño hobbit de que le acompañe en una aventura asombrosa que le aportará grandes recuerdos. Bilbo le dice que él no es más que un insignificante mediano, no un héroe o un guerrero. Gandalf, comprensivo, le relata una asombrosa historia sobre sus antepasados que Bilbo califica de “invención”. El mago zanja la cuestión con una reflexión que pasa por una declaración de intenciones del mismísimo Peter Packson: “Toda gran historia debe tener detalles increíbles para hacerla interesante”.

Esos “detalles increíbles”, para ‘El Hobbit’, son la inclusión del 3D y los innovadores 48 fotogramas por segundo. Bien, tomen nota porque está su salud y su economía en juego: El 3D es, como viene siendo habitual, innecesario, inerte y molesto; pero los 48 fotogramas por segundo son lo peor: una agonía tecnológica que mata por completo la magia del cine, una desfachatez visual que convierte una película de presupuesto desorbitado en una ‘tvmovie’ con un talentoso equipo de maquillaje.

Uno entiende, ahora, la decisión de Jackson de no proyectar los pases de prensa a 48fps: hubiera sido una promoción pésima. Nada más empezar la película hay una, supongo, espectacular secuencia en el reino de los enanos. Y digo supongo porque entre las gafas y la continua sensación de hiperrealidad de los 48fps, empecé a removerme en la butaca y no paré hasta que terminó, tres horas después. Es como si viéramos un vídeo rodado en casa con una cámara extraordinariamente cara; los efectos visuales parecen cutres, pastiches y ridículos. Las constantes carreras por la Tierra Media dan la sensación de estar aceleradas y las batallas son molestas, incomprensibles.

¿Qué aporta? Nada. Menos que nada. Estropea la película y subraya la conclusión: nos quieren sacar la pasta. Si aún así quieren probar, por curiosidad, vean primero ‘El Hobbit’ en digital y luego, si lo aguantan, repiten. Porque sí, Gandalf, los “detalles increíbles” están bien, pero mejor ponlos sobre el guion, no sobre el presupuesto. Claro, debemos hablar del guion: un completo desastre.

G.I. Joe: la venganza del 3D

Ya sabemos lo que se tarda en incorporar un 3D cutre a una película rodada en 2D: 9 meses (y por cutre nos referimos a ‘Alicia en el País de las Maravillas’, ‘Ira de Titanes’ o ‘Los Vengadores’. Y no porque las películas sean más o menos acertadas, sino porque el 3D está insertado en postproducción, al contrario que ‘Avatar’ o ‘La invención de Hugo’, por ejemplo). Paramount Pictures ha decidido retrasar el estreno de ‘G.I.Joe: La venganza’, previsto para el próximo 29 de junio, hasta el 29 de marzo de 2013 para incluir la tercera dimensión en la película.

Hablamos de un despropósito en todos sus sentidos por dos puntos: Uno. ¿Gastas un pastizal descomunal en promocionar tu película (nada más que con el trailer que se proyectó en el intermedio de la Super Bowl de este año dejaron varios millones) para, a unas semanas del estreno, cancelarlo? Y dos. ¿Sabiendo que ‘G.I. Joe: La Venganza’ es carnaza para el espectador desprevenido, por qué no lo hicieron desde el principio?

Desde la empresa juguetera Hasbro también se congratulan de la inventiva de Paramount: «Cada vez es más evidente que el 3D es un reclamo para los aficionados al cine a nivel mundial y, junto con Paramount, se tomó la decisión de llevar a los fans una experiencia aún más inmersiva de entretenimiento», afirmó en un comunicado Brian Goldner, presidente de la entidad.

Lo curioso del asunto es que Jon M. Chu, el director de la cinta, insistió, antes de comenzar el rodaje, en que no quería 3D. Algo que no deja de ser intrigante si revisamos su carrera: ‘Justin Bieber: Never Say Never 3D’ y ‘Step Up 3D’; dos estandartes del arte moderno que prometían una segunda parte de los G. I. Joe apasionante. Y eso que Stephen Sommers (‘La Momia’) hizo una primera entrega bastante entretenida.

Sea como sea, Paramount, 3D mediante, espera mejorar los resultado de la primera entrega de la saga que en 2009 recaudó poco más de 300 millones, una cifra discreta para una cinta que acudió a la cartelera con la vitola de ser uno de los blockbusters del año.

 

Una conmoción en la fuerza

Se conoce que, cierta mañana de otoño, George Lucas se resbaló en la ducha, golpeando su cabeza contra la mampara y provocando una conmoción en la fuerza que alteró el destino del universo. Y de los gungans. El director reunió a los caballos, cerdos vietnamitas y gallos del Rancho Skywalker para organizar el que sería su más grande y ambicioso proyecto: La primera trilogía de Star Wars. Urdió un plan maquiavélico para que las películas gozaran de una vida eterna, no gracias a su calidad, cuestionable, sino a un perfecto sistema de republicaciones basadas en el ansia viva del consumidor friki: “Amigos del rancho -dijo, Lucas-, ¿qué os va a que vendo las películas, por lo menos, seis veces?”

El corral, estupefacto, no entendía cómo era posible que una misma película pudiera venderse tantas veces. ¡Y seguir sacando dinero! Así que, muy comedidos, le expresaron al genio creador que, tal vez, se le estaba yendo la cabeza cual morador de las arenas en una piscina cubierta. “No, amigos, nada de eso -respondió-. Primero la estrenaré en el cine, las venderé por separado en VHS y DVD, luego las venderé en un pack de todas las películas nuevas en DVD, luego en un pack de todas, las antiguas y las modernas en DVD, luego, según me dicen mis instintos jedis, la venderé en un formato llamado Blu-Ray, por separado y todas juntitas. Y, para terminar, lo mejor…”

¿Lo mejor, lo mejor? Preguntaban los inquilinos del rancho, más curiosos que una tropa de jawas en un Mediamarkt. “¡Las volveré a estrenar en el cine…en tres dimensiones!” La cabeza les rodó como a Jango Fett por le puerto espacial. El estómago se les revolucionó como aquella vez que el Sarlack estuvo en un self service de Pizza Hut. Las pupilas se tornaron en créditos del imperio al son de la cantina de Moss Eisley. El culo, más torcido que la vez en que Yoda contó un chiste. ¡Bravo, Lucas!, gritaban.

¿Cómo? ¿Que menuda chorrada acaban de leer? Pues que sepan que lo peor es que no debe distar mucho de la realidad. El próximo mes de febrero se reestrena ‘La Amenaza Fantasma’ en 3D. ¿No me digan que no es como para congelar en carbonita a George?

Los tres mosqueteros 3D

Lo que más duele son las letras del final: “Basado en la obra ‘Los Tres Mosqueteros’ de Alejandro Dumas”. Eso es como si al final de ‘Crepúsculo’ pone “basado en la obra ‘Romeo y Julieta’ de William Shakespeare”: una obviedad y, claro, un insulto. En esta era del ‘todo vale’ no decimos robar y mancillar, sino ‘adaptar’. Entiendo que hacer una película de los mosqueteros es algo goloso. La historia y los personajes son tan fantásticos que siempre será una perita en dulce para sus productores. Ahora bien, estos revolucionarios que nos regalan obras de culto como ‘El Mosquetero’ o, sin ir más lejos, ‘Los Tres Mosqueteros 3D’, deberían arder en la hoguera.

Paul W.S. Anderson (‘Resident Evil’, ‘Alien vs. Predator’), por lo menos, es un tipo sincero y sale a la palestra como lo que es, un paleto de los que dicen: “Lavín compae, he visto una peli tó wapa en la k tres flipaos k parecen ninjas pelean contra malos con espadas, barcos que vuelan y cañones tó petaos, tío, parece k estés con la plaaay. ¡Y encima sale la pava esa que está cachondísima!”. Y, antes de seguir, ¿saben que es lo peor? Que planean convertir esto en una franquicia tipo ‘Piratas del Caribe’. Insoportable.

Es insoportable la absoluta lacra de originalidad. Es insoportable ver pasar las horas y que todo la historia sean retazos mal cosidos, mal contados, malinterpretados, de una de las más bellas historias escritas por el ser humano. Es insoportable ver a actores intentar salvar un desastre tan épico. Es insoportable que, encima, te lo vendan como ‘3D’, cuando, una vez más, los efectos mágicos quedan relegados a unos títulos de inicio cutres y forzados. Pero, sobre todo, es insoportable pensar que pueda existir una persona en el mundo -un joven, un niño- que descubra a Athos, Portos y Aramis gracias a esta película.

El patetismo efectista que rodea a ‘Los Mosqueteros 3D’ no la convierte en una de esas cintas que, por lo menos, entretiene. No olviden lo que es: un insulto. ¿Quieren una experiencia nueva con una historia que ya conocen? Dejen que les proponga una idea que, quizás, ni siquiera habían valorado: lean el libro.