Fantástico Mr. Fox

Es la virtud menos valorada en el mundo entero y, sin duda, una de las más importantes: la rareza. En un planeta en el que es sumamente fácil encajonarnos a todos (‘humanos’), conseguir alcanzar la maravillosa perfección de no serlo es un triunfo vital. Ya saben a lo que me refiero. El tipo ése que le gusta dibujar animales sobre nubes, aquél otro enamorado de la cultura japonesa, la chica que sólo sonríe cuando baila, el empedernido jugador de mus que estudia cada partida hasta el órdago. Gente apasionada. Originales. Únicos. Raros.

‘Fantástico Mr. Fox’ es una genialidad. Y lo es en cualquier aspecto posible de la cinematografía. La película de animación de Wes Anderson (‘Life Aquatic’, ‘Los Tenembauns’) derrocha rareza por todos sus poros. Basada en un cuento de Roald Dahl, cuenta cómo un zorro (dolado por George Clooney) debe abandonar su vocación de ladrón y buscar un trabajo que le permita cuidar de su familia sin arriesgar el pellejo. Mr. Fox pasa a escribir una columna diaria en el periódico del valle que le crea grandes inseguridades (“¿Alguien leerá esto?”, se pregunta. Te entiendo, Fox). Un día, sin poder evitarlo, incumplirá la promesa que años atrás hizo a su esposa y volverá, feliz, a fisgonear en las granjas vecinas.

Detrás de una animación tradicional hecha con preciosos y entrañables muñecos, se esconde una fauna de personajes interesantísimos, repletos de guiños afortunados. Es una de las películas que mejor ha sabido captar y transmitir la estética de los cuentos infantiles –fotografías imaginativas, movimientos de cámara siguiendo a los personajes, como el que pasea la vista por una página-, pero con un trasfondo que va mucho más allá. Anderson plantea su propia versión de la historia de Dahl, alcanzando una menta sumamente difícil cuando se habla de remakes: autenticidad.

Me resultó apasionante un brindis que Mr. Fox declara durante una cena multitudinaria: “Somos animales salvajes y hacemos cosas de animales salvajes. Pero también tengo un nombre en latín que me diferencia de otros muchos zorros. Y todos vosotros, amigos, también tenéis vuestro nombre en latín que os otorga una cualidad que sólo vosotros tenéis”.

No dejen que una cartelera apretada de estrenos bien pagados ni la apariencia de película infantil les confunda. ‘Fantástico Mr. Fox’ es una de esas películas que nadie debería perderse y que a todos, sin excepción, les hará sentirse especiales. Raros.

Fantástico Mr. Anderson

Dicen que es el director de los renegados. De esos que siempre tienen una opinión contraria a la mayoría y de los que dan grandes puntuaciones a películas que otros ignoraron. Wes Anderson, al igual que Tim Burton –el de los primeros años- o el insigne Jackie Chan, tiene un estilo tan personal que con sólo ver una escena sabes que estás delante de uno de sus trabajos.

‘Fantástico Mr. Fox’ es la primera incursión en la animación del director de cintas tan pintorescas como ‘Life Acuatic’ o ‘Los Tenenaums’. De hecho, ‘pintoresco’ es, precisamente, el mejor adjetivo para definir su filmografía. Anderson, desde luego, no es recomendable para aquellos que esperen un guión clásico, personajes razonables y ritmos narrativos bien marcados.

Lo normal al salir de ver una de Anderson es sentenciar con un “menuda chorrada” o, quizás, “vaya aburrimiento”. Si es su caso, lo siento. Wes Anderson ha conseguido elevar el absurdo hasta el mayor de los humanismos. Mi favorita es ‘Life Acuatic’, una versión sui géneris de la vida de un Jacques Custeau encarnado por un pletórico Bill Murray. El film tiene una escena genial, en la que vemos un corte transversal del barco mientras la cámara va pasando de un camarote a otro, espiando la actividad de los marinos. Sensacional.

La música siempre tiene una especial relevancia en sus películas, con temas especialmente oníricos. Para Fantástico Mr. Fox, Anderson ha cambiado a su clásico Mark Mothersbaugh por el insaciable Alexander Desplat, que firma un trabajo redondo.

Me muero de ganas por ver ‘Fantástico Mr. Fox’ y de darle la razón a todo el mundo que diga que Wes Anderson está chiflado. Gloricios

Desestrenos

La involución del estreno es un tema que me apasiona. Da para una más que interesante tesis doctoral. Mientras que las grandes compañías e imponentes cerebros del país –alguno habrá- se desviven por conseguir una fórmula matemática que resuelva el problema de la piratería (englobamos descarga de películas, streaming y demás innovaciones), las distribuidoras de cine nos toman el pelo. A ver, si no queréis que me baje una película, por lo que más queráis, ¡no tardéis seis meses en estrenarla!

Oigan, que no les hablo de un hecho aislado. “Ponga ejemplos, señor Cabrero”. A mandar, señora: Este viernes se estrena ‘Fantástico Mr. Fox’, una película que viene reabaladísima por la crítica mundial. Dicen que la nueva de Wes Anderson (‘Los Teenembaums’, ‘Life Acuatic’) es “una genialidad estimulante”. Se estrenó el 25 de noviembre de 2009 y fue nominada a los Oscar. Como Sandra Bullock, que ganó el Oscar a mejor actriz por ‘The Blind Side’ y, por aquí, ni la olemos.

La semana pasada se estrenó ‘Kick-Ass’ en EE.UU., versión cinematográfica del cómic que llegará a nuestras pantallas en agosto. Pero para hablar de frikadas tenemos ‘Fanboys’, una cinta que trata de cómo cuatro adolescentes roban ‘Star Wars Episodio I: La amenaza fantasma’ del rancho de Skywalker, antes de su estreno mundial. Ya la pueden comprar en blu-ray por Internet. Igual que ‘Crank 2’ (sí, qué pasa; la primera Crank es un clásico del absurdo y la acción), que pese a haber estado anunciada en las salas españolas, salió directamente en deuvedé.

‘Alicia en el País de las Maravillas’ sale en 20 días a la venta en Blu-Ray y dvd, cuando aún estará –previsiblemente- en las destacadas de nuestra cartelera… ¿Qué implica todo este retraso de fechas? Pues que algún pecador pueda estar tentado de pinchar en ‘descargar’ la película en cuestión. Y no en una calidad malucha, grabada en el mismo cine con una cámara cutre. No. En Alta definición. ¿Ninguna distribuidora piensa que si nos sentimos ignorados vamos a buscar la forma de no estarlo?